Cada 24 de octubre se conmemora el Día Mundial contra la Polio, una fecha que invita a reflexionar sobre los avances logrados en la lucha contra esta enfermedad y la importancia crucial de mantener las coberturas de vacunación.
La poliomielitis es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta el sistema nervioso, principalmente en niños menores de 5 años. Aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, en casos graves puede causar parálisis irreversible e incluso la muerte.
La polio es causada por el poliovirus, que se transmite principalmente a través del contacto con alimentos o agua contaminados. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y dolor en los miembros. A lo largo de la historia, la polio ha dejado cicatrices profundas en muchas sociedades, antes de que la vacunación masiva lograra reducir significativamente su incidencia. En su forma más severa el virus puede atacar el sistema nervioso provocando parálisis en cuestión de horas, la cual puede afectar los músculos respiratorios y ocasionar complicaciones graves.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Panamá figura entre los 12 países de la región de América Latina y el Caribe con un alto riesgo de sufrir un brote de la poliomielitis o comúnmente llamada polio. De ahí los múltiples esfuerzos bajo la dirección del Ministerio de Salud para prevenir esta enfermedad con la introducción de un esquema público desde 2014 que ofrece una vacuna hexavalente acelular que protege contra el polio y otras cinco virus y bacterias peligrosos, acompañado de estrictos sistemas de vigilancia para detectar oportunamente cualquier caso de parálisis flácida aguda.
A pesar de estos avances, mientras exista un solo caso de polio en el mundo la polio sigue siendo una amenaza. La posibilidad de reintroducción en cualquier país es real, tal y como lo alertó recientemente la OPS luego de confirmar poliovirus circulante en muestras de aguas residuales recolectadas en Guayana Francesa.
Esta situación también se ha presentado recientemente en países como Francia y España, a las que se suma el primer contagio de un niño en Gaza, luego de 25 años de control del virus.
“Estos casos son un recordatorio claro de que la lucha contra la polio aún no ha terminado. En Centroamérica y el Caribe, la polio podría estar circulando en el medio ambiente, especialmente en aquellos lugares donde aún se utiliza la vacuna oral, la cual, aunque efectiva, utiliza un virus atenuado. Este virus puede ser expulsado en las heces de las personas vacunadas y, en ocasiones, circular en el ambiente, lo que incrementa el riesgo si no se mantienen las coberturas adecuadas. El cumplimiento riguroso de los esquemas de vacunación contra la polio es esencial para evitar un rebrote de la enfermedad. Un niño no vacunado o con un esquema incompleto está en mayor riesgo de contraerla”, explica Daniel Escobar, Medical Lead en Sanofi para América Latina.
De acuerdo con la OMS, es esencial continuar con los esfuerzos para vacunar a todos los niños, especialmente en áreas vulnerables ya que la inmunización es la única manera efectiva de prevenir el polio y, por ello, es fundamental asegurar altos niveles de cobertura.
Vacunas hexavalentes acelulares: una opción innovadora y efectiva
En el contexto de la vacunación, la ciencia ha desarrollado soluciones más avanzadas y seguras. Una de las innovaciones más destacadas es la introducción de las vacunas hexavalentes acelulares, que no solo protegen contra la polio, sino también contra otras cinco enfermedades infecciosas: difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B. Estas vacunas son un hito en la prevención infantil, ya que ofrecen una protección integral en una sola dosis, lo que facilita el cumplimiento del esquema de vacunación.
Las vacunas hexavalentes acelulares tienen la ventaja de ser menos reactogénicas, es decir, producen menos efectos secundarios como fiebre, inflamación o malestar en comparación con otras vacunas tradicionales. Esto las convierte en una opción preferida para la inmunización infantil. Además, al incluir la protección contra seis enfermedades en un solo “shot”, simplifican el calendario de vacunación y reducen el número de visitas al centro de salud.
“Países como Chile y Panamá han adoptado con éxito las vacunas acelulares logrando un incremento significativo en las coberturas de vacunación. Estas experiencias demuestran que la implementación de estrategias integrales e innovadoras es fundamental para aumentar la protección de la población infantil y garantizar que ningún niño quede sin vacunar. Para mantener a raya la polio y erradicarla completamente, es necesario el esfuerzo conjunto de las autoridades de salud, los profesionales médicos y la sociedad”, menciona el doctor Escobar.
Entender el peligro que representa la poliomielitis y conocer las opciones de prevención a través de la inmunización son fundamentales para prevenir la reaparición de esta enfermedad. Cada dosis de vacuna es un paso más hacia la eliminación del poliovirus.
La conmemoración del Día Mundial contra la Polio recuerda que, aunque hay avances significativos en la lucha contra esta enfermedad, no se puede bajar la guardia. Las coberturas de vacunación deben mantenerse altas, y es crucial adoptar las nuevas tecnologías disponibles, como las vacunas hexavalentes acelulares, para proteger a la niñez de la polio y otras enfermedades infecciosas.